Pulsera-mala Labradorita

Labradorita - Protección
Esta piedra recibe su nombre del lugar donde se encontró, la provincia canadiense del Labrador. Los pueblos nativos la llamaban piedra de fuego y la usaban en polvo para curar sus dolencias. Según una leyenda inuit, un guerrero vio una aurora boreal atrapada en una roca y la golpeó con su lanza para liberarla pero algunas luces quedaron atrapadas y de ahí sus colores irisados.

Se dice de la labradorita que es una de las piedras protectoras más poderosas porque crea un escudo que protege el aura. Y también que atempera la negatividad dentro de nosotros mismos, ayudando a curar cuerpo y espíritu.

Cuentas de oración: “en el presente, mi mente se calma”.
Mala en sánscrito significa guirnalda de rosas y se originó en la India. Del budismo e hinduismo pasó al Islam y del Islam se transmitió al cristianismo en tiempos de las Cruzadas. El mala o rosario se utiliza para contar las palabras devocionales o recitaciones en la meditación con mantras. Esta consiste en repetir palabras para generar vibraciones. Se coloca en una mano y se toma una cuenta. Cada vez que se recita se hace rotar el mala y se pasa a la siguiente cuenta. Es una manera eficaz de mantenerse en el presente y apaciguar la mente.

Sobre los malas y las pulseras mala
Los rosarios completos llevan 108 cuentas, símbolo de las 108 pasiones humanas. Las pulseras-malas suelen tener 24 cuentas o cualquier otro número normalmente múltiplo de 3. Ambos son accesorios personales que definen nuestra personalidad y nuestro carácter. En todas las tradiciones, tienen una mágica energía protectora.