Cómo empezó
Todo empezó cuando marché a trabajar a Oriente Medio. Tenía 21 años. Todavía no había siquiera acabado la Universidad. Nunca había montado en avión ni viajado al extranjero. Allí me relacioné con personas de todo el mundo: iraquíes, egipcios, japoneses, tailandeses, alemanes… El mundo me fascinó. Cuando volví a España quise dedicarme a algo que me permitiera seguir viviendo en un ambiente internacional. Y así empecé en 1989 con la introducción en el mercado español y europeo del incienso japonés de Nippon Kodo, que fabrica inciensos extraordinarios desde el 1575.
A lo largo de más de 25 años, hemos ido ampliando el abanico de productos con unos criterios claros: piezas bellas, de calidad y que tengan sentido. Nuestro periplo nos ha llevado de la meditación Zen, al budismo tibetano y al feng shui entre otros, reflejando la diversidad de la búsqueda espiritual. El camino de cada ser humano es único aunque seguramente todos aspiremos a lo mismo: alcanzar la felicidad, la paz interior y la realización última.
En Tierra Zen proponemos artículos que embellecen la vida. Anclados en la realidad de nuestro mundo, somos una pequeña empresa cuya meta es compartir belleza, cultura y espiritualidad. Tierra Zen es un proyecto que incorpora la naturaleza de la Tierra y la esencia del Zen, lo mundano y lo espiritual. Por un lado, la tierra madre nos nutre y nos enraíza, por otro, el espíritu del Zen nos inspira y nos eleva.
Todos y cada uno de los artículos que encontrarás en nuestro catálogo tiene sentido y deseamos de todo corazón que te emociones tanto como nosotros al olerlos, al verlos, al tocarlos, al escucharlos, al sentirlos y al saborearlos. Cada día representa una nueva oportunidad para acercar a nuestros clientes nuevos artículos que seduzcan, que eleven el espíritu y que sorprendan. Nos sentimos muy agradecidos de poder compartir esa riqueza contigo.