¿Qué es y cuál es la historia del ikebana?
El ikebana o kadō -camino de las flores- es el arte japonés de elaborar arreglos florales combinando diferentes elementos naturales como plantas, brotes verdes, ramas… Se trata de una elaboración creativa, aunque cargada de significado y regida por un protocolo vinculado a la espiritualidad y al respeto por la naturaleza.
Para quien lo realiza es una forma de expresar sus emociones y sentimientos. Por esto el Ikebana se considera una forma de meditación. Para ejecutarlo, se suele buscar un ambiente silencioso que favorece el recogimiento, la concentración y la introspección.
Historia del Ikebana
Los inicios del ikebana se remontan a la introducción del budismo en Japón en el siglo VI. Los budistas realizaban ofrendas florales, kuge, de naturaleza religiosa que no seguían ningún estándar de belleza ni estructura específica.
No es hasta el período Muromachi (1333-1568) que el ikebana emerge como una forma de arte independiente en Japón. Ikenobo Senkei fundó la escuela más antigua de Japón y el tatehana (flores de pie): la primera forma de ikebana. Tatehana consistía en usar un recipiente alto para que las flores se mantuvieran de pie y se usaba como decoración en las casas de la nobleza japonesa.
Paralelamente surgió el estilo nageire como estilo libre que solía emplear recipientes altos. A diferencia del rikka, nageire se caracteriza por la ausencia de normas y se usaba para decorar cualquier espacio. Era practicado por todas las clases sociales.
Surgieron muchos más estilos de ikebana a lo largo de la historia: chaban, shoka, bunjin… Pero uno de los más característicos es el llamado moribana, que apareció a mediados del siglo XIX, después del período de aislamiento de Japón del resto del mundo, nutriéndose de influencias occidentales, tanto europeas y americanas.
Unshin Ohara fue el creador y promotor de este estilo que cambió la historia del ikebana al elaborar los arreglos en una superficie plana, suiban, donde los elementos podían ponerse libremente y producir una sensación de profundidad. La escuela Ohara sigue siendo una de las más influyentes hoy en día.
¿Cómo hacer un arreglo floral Ikebana?
Hay muchos parámetros a tener en cuenta para elaborar un buen arreglo floral al más puro estilo japonés:
Rikka, nageire, moribana, ¿Cuál es tu estilo ideal?
¿No sabes qué estilo de ikebana elegir? Cada estilo de arreglo floral tiene un diseño único y unas normas que seguir para que se identifique claramente:
RIKKA
En el estilo rikka, el recipiente suele ser de cerámica y con muchos elementos decorativos lacados. Los elementos naturales más utilizados son las ramas de pino, cedro o bambú y estos suelen ser la parte más larga y alta del arreglo. Las flores usadas deben ser flores típicas japonesas de la estación del año en que se realice.
La peculiaridad del rikka es que el arreglo floral no debería tocar el recipiente. Además tiene que haber una rama vertical más alta que mire al cielo.
NAGEIRE
El nageire es el estilo de ikebana más informal ya que no tiene normas estrictas como los demás.
Las flores y ramas pueden reposar sobre el recipiente y pueden ir colocadas tanto en posición vertical como horizontal.
La finalidad de este estilo es representar la belleza natural de las plantas. Es ideal para los principiantes.
MORIBANA
El moribana mezcla elementos japoneses y occidentales. Su mayor diferencia es el recipiente plano llamado suiban.
Además, los arreglos florales tienen más volumen, y también, más color. La colocación, aunque también es importante, queda relegada a un segundo plano.
Consejos para hacer un buen arreglo floral
Una vez elegido el estilo que te gustaría practicar, hay unos principios que seguir:
- El triángulo y el equilibrio. Las composiciones del ikebana deben seguir el triángulo Tai-Yo-Fuku: el cielo, el hombre y la tierra. Estos elementos están representados por diferentes materiales y alturas organizados de forma de triangular en una proporción 70/30 entre la rama más alta y la más baja.
La rama más alta o Zen representa el cielo, la del medio o Jin, representa al hombre y la más baja o Tchi a la tierra.
- Menos, es más. Los arreglos florales japoneses son muy minimalistas y debe haber espacio entre los diferentes elementos que lo componen.
¿Qué elementos se necesitan para hacer un ikebana?
Los elementos esenciales para practicar el ikebana son:
- El recipiente donde se va a realizar el arreglo. Tanto en rikka como en nageire se utiliza un recipiente alto y estrecho parecido a un jarrón. En el estilo moribana se usa el suiban, un recipiente plano parecido a un plato hondo.
- Tijeras para cortar los tallos de las flores y las ramas a la altura deseada. Cada escuela tiene su propio estilo de tijeras, por ejemplo las tijeras Ikenobo o Koryu.
- El kenzan, elemento estrella del ikebana, es el soporte de púas donde se sujetan las flores y ramas. Hay kenzans de muchas formas que permiten hacer el arreglo a tu gusto sin limitaciones, por ejemplo: kenzans redondos, cuadrados y con formas más exóticas.
- Para el mantenimiento y la limpieza del kenzan es necesario usar los enderezadores y limpiadores de kenzan. Consiste en un punzón para eliminar los restos vegetales y un tubo para enderezar las puntas de el kenzan.
Proceso de preparación del ikebana
Ahora sí, cuando hayas preparado el recipiente, las tijeras y el kenzan que más se adecue a tu elección, es hora de empezar con la elaboración del ikebana:
- Elige el estilo que más te guste, encuentra las flores que más se adecúen. Busca inspiración en libros, por internet… Ten en cuenta que dentro de cada escuela puede haber muchas corrientes.
- Prepara las flores y plantas a tu disposición: obsérvalas y trata de imaginar cómo quedarán en tu recipiente.
- Añade agua en la base y sumerge el kenzan. Si el recipiente es amplio, coloca el kenzan en posición asimétrica, preferiblemente al fondo y a la izquierda.
- Corta los tallos teniendo en cuenta que el ikebana suele tener 3 alturas. Por lo tanto, ten en cuenta 3 vértices diferentes: el cielo (el más alto, que quede detrás), el hombre (en el medio y la derecha) y la tierra (el vértice más bajo de los tres y a la izquierda).
- Comprueba el conjunto de la composición. Los espacios entre los vértices se rellenan de hojas y plantas, pero recuerda: ¡menos es más!
- Recuerda que el ikebana es un proceso de meditación donde confluyen la belleza de las plantas y la creatividad personal. No hay nada que imitar, sólo naturaleza viva que observar y, si sintonizas con ella, tu arreglo floral será bello y único.